Pervivencias coloniales. Heridas todavía abiertas

El 12 de octubre, una fecha con unas significaciones muy elocuentes, es una buena ocasión para seguir revisando cómo el legado del(los) colonialismo(s) pervive en la sociedad contemporánea, desde la calle a las instituciones más hegemónicas. Con tal propósito, la Bienal convoca una serie de voces a lanzar preguntas, romper silencios, articular discursos que nos encaminen a un futuro del todo descolonizado, más allá del hecho geográfico, político y económico y atendiendo también a fenómenos culturales, psicológicos y emocionales.

El mismo día 12 podemos empezar la jornada con una invitación para Compartir el mundo. Será a cargo de Achille Mbembe, intelectual camerunés e inmejorable puerta de entrada a un marco teórico en política contemporánea que incorpora de forma ineludible una perspectiva poscolonial.

El sábado 15 vuelve a ser un día clave para estos asuntos, con testigos y miradas provenientes de América Latina. Óscar Martínez, Jairo Videa y Daniel Treminio -salvadoreño el primero, nicaragüenses los dos últimos- son periodistas que han sentido de cerca las dificultades para ejercer su oficio en contextos violentos. Los podremos escuchar en la sesión Un país sin periodistas.  Por la noche, tres mujeres de letras son las protagonistas de Trenzar: santas, raras, mestizas. Cristina Rivera Garza, Lina Meruane y Gabriela Wiener elevarán a categoría de ceremonia un encuentro que es a la vez literatura del yo y literatura colectiva. Dispararán infinitud de temas, pondrán en juego múltiples complicidades y sensibilidades, pero la herida colonial y la violencia serán telón de fondo.

También tendrá un componente performativo Bailar con la memoria, donde el artista y activista Nzé Esono Ebalé capitanea una reflexión en torno a la huella de la metrópolis en la Guinea Ecuatorial donde nació. La palabra, la música, la danza y la imagen documental serán cómplices para reescribir un imaginario colonial que sesga nuestra percepción del mundo.

Y en +Bienal...

Barcelona también fue una plaza fuerte de la explotación de las colonias que se poseían en ultramar. Esta realidad, generalmente poco visibilizada, da pie a una ruta guiada, organizada por el Born Centro de Cultura y Memoria, que recorre el legado colonial de la ciudad. Desde las trazas de hábitos de consumo importados en el siglo XVIII, tan primordiales como el chocolate, el café o el tabaco, hasta el papel de los indianos en el avance urbanístico de finales del XIX. Participar en Esclavismo y ciudad. Una memoria colonial de Barcelona es una de las mejores formas posibles de conmemorar críticamente el 12 de octubre.